Una de las construcciones más vistosas del centro histórico de Lima lo encontramos en el edificio Rímac o Casa Roosevelt, que tiene la particularidad de haber sido el primer edificio de departamentos de la ciudad para uso residencial y ser el primer lugar en Lima de instalarse un ascensor de la fábrica Ottis, que hoy en día se encuentra sin funcionamiento.
La casa está en un lugar estratégico, sirve de punto de partida a la importante avenida Paseo de la República y si nombre Rímac se debe a que la compañía de seguros Rímac se encargó de su construcción; y la denominación de Casa Roosevelt se debe al nombre de la avenida en la que se encuentra la edificación.
El diseño de este sitio estuvo a cargo del arquitecto polaco Ricardo de Jaxa Malachowski y su construcción fue entre 1919 y 1924, durante el gobierno de Augusto B. Leguía. Cabe destacar que Malachowski fue autor de importantes edificios como el Palacio de Gobierno, el Palacio Legislativo, el Palacio Arzobispal y el Club Nacional entre otros.
Tuvo como propietario al Presidente de la República Manuel Pardo Ugarteche entre los años 1939 y 1945. Se efectuó un trabajo de recuperación y se en 2007 se colocó alumbrado exterior, siendo de esta manera, incluida en el circuito turísticos nocturnos de Lima.
CONSTRUCCION
El edificio que se construyó entre 1919 y 1924 durante el boom de construcciones que tuvo la ciudad de Lima durante el gobierno de Augusto B. Leguía fue diseñado por Ricardo de Jaxa Malachowski. Fue construido para la Compañía de Seguros Rímac y está compuesto por departamentos para uso residencial. Con un estilo francés, fue uno de los primeros edificios de departamentos construidos en Lima.
Desde los años 1980s el edificio cayó en un sensible deterioro por lo que actualmente es utilizado principalmente albergando oficinas. Sin embargo, su fachada ha sido recuperada en los últimos años.
“Es una réplica de un palacio Francés”.Vista desde lejos la casa Roosevelt parece un palacio. Ahora luce iluminada. Las luces que se han colocado en varios de los edificios que la circundan resaltan su arquitectura colonial y ostentosa, sus arquerías y detalles.
ESTILO ARQUITECTONICO
El arquitecto Juan Günter explica que Francia comenzó a asomarse en las casonas de Lima en el siglo XIX, al impulso del negocio del guano; y dejó las huellas de diversas escuelas. Usted es curioso y quiere aprender a reconocer los rasgos clásicos de su arquitectura. Günter le da algunas pistas: almenas en los techos, buhardillas. Puede verlas en la avenida Nicolás de Piérola, antes llamada la Colmena, que es, por lo demás, una señorita que ha perdido el pudor. Allí, primorosas construcciones conviven con puestos de venta de libros de segunda mano, con salas de tragamonedas y, de noche, con las luces de colores de la prostitución.
Francia también se muestra en la plaza Bolognesi, corazón infartado de ciertos partidos políticos; y en la plaza Dos de Mayo, emblemática para la izquierda. Por razones similares nos han sugerido dirigirnos al Paseo Colón. Lo recorremos a pie e iniciamos el inventario: colegios no escolarizados, institutos tecnológicos, academias preuniversitarias, cada cual pintada de un tono distinto. Se trata del paradigma del progreso: aquello que un siglo atrás nos llevó a espiar la Ciudad Luz.
El estilo del edificio es afrancesado Art Nouveau, resaltando la arquitectura colonial y lujosa, con arquerías y detalles almohadillados, así como guirnaldinas y medallones en su fachada. La construcción es de cuatro pisos en su parte central, en los dos primeros pisos tiene 24 departamentos o sean casas independientes y en tercer y cuarto piso 45 departamentos.
ENTORNO ACTUAL
Es distinto ahora recorrer el centro de Lima. He escuchado repetir sin descanso “que bonito está el centro” Pero uno no termina de darse cuenta del cambio hasta que se decide a recorrerla de noche.
Centro de conciliación: así se lee en uno de los letreros clavados a la entrada del edificio Rímac, de aire francés. Y, cuando atravesamos la puerta y subimos por su oscura escalera de caracol, tenemos en mente los chalecos verdes de los cambistas, los vasos de quinua con maca y la galería de imprentas que hemos dejado en la esquina. "Bastantes personas vienen a filmar acá. Dicen que las cosas viejas se ven mejor", recuerda la señora Margarita, quien arquea una ceja con orgullo y vive en el lugar, entre oficinas de abogados y el centro de conciliación. Sí, ella sabe del estilo europeo de su morada, pero si algo parece gustarle del sitio es que el piso de madera resulta abrigador.
El edificio Rímac, levantado a inicios de los años 20, domina el paseo de los Héroes Navales y es uno de los primeros que se ve al ingresar al Centro de Lima por la Vía Expresa. Piense en esto: varios de los escenarios que consideramos tradicionales no son solo resultado del encuentro entre España y el mundo andino. A este menjunje dolorido y alegre se le añade la marca de otras culturas extranjeras. Por ejemplo, el Museo de Arte. Es de inspiración italiana. O el Palacio de Gobierno. La construcción que hoy se alza sobre el solar desde donde gobernó Pizarro tiene la traza del estilo ecléctico que nació en París, ciudad en la que suelen exiliarse los escritores y los políticos golosos.
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